“¿Conocemos nuestras fortalezas y debilidades?”, es una de las preguntas con las que abro el debate cuando doy charlas. Conocer donde uno es fuerte, pero por sobre todo, tener claro en qué no lo somos tanto; es muy importante para conocer dónde estamos parados con respecto a nuestras posibilidades de éxito al momento de emprender.
Oscar, un emprendedor tecnológico (profesional de sistemas) que participó de algunos talleres de motivación y formación emprendedora, al finalizar una de esas charlas se acercó para contarme que era una persona que solía tener muy buenas ideas de negocios pero cuando las quería llevar a la práctica fallaba en su implementación. Esto me lo relató con mucha preocupación. Hacía un recorrido por los distintos proyectos y encontraba en ellos diferentes obstáculos (que los terminaba considerando fracasos), pero la falla siempre podía verse en la implementación de esa idea. Era algo que claramente lo angustiaba en sus ganas de emprender.
Es en ese momento donde le propongo que comience a analizar internamente donde podían estar las debilidades, pero también reconocer sus fortalezas. Me pareció interesante su experiencia, por eso le propuse hacer un seguimiento de su nuevo proyecto, como si fuera una tutoría a distancia. Y así fue que, luego de algunos días de esa conversación, llegó a mi bandeja de entrada un mail con la actividad que le había propuesto. Escribió en un archivo sus fortalezas y debilidades, para comenzar a pensar donde veía los principales obstáculos.
En ese autodiagnóstico que llevó adelante, encontró como una cuestión importante, que era una persona que le costaba trabajar en equipo, celoso de sus ideas y por ende, de compartirlas. Tenía como fortaleza los conocimientos técnicos en sistemas (siendo un profesional de mucha experiencia en el sector) pero no tenía una sólida formación en negocios. Esto le impedía conocer los costos, estudiar estrategias de marketing, investigar mercado, y todo aquello que se requiere para gestionar un negocio. Lo que hacía para suplir ese desconocimiento, era leer e instruirse. Uno de los problemas que tenía, era la falta de conocimientos en gestión del negocio, aunque a priori pensaba que tenía allí una fortaleza, por su vocación de autodidacta.
Avanzamos con el trabajo en conjunto, porque entendí que Oscar me iba a reconocer el aporte desde una mirada externa a su proyecto, confiaba en que lo podía ayudar y orientar y por eso se prestó a lo que le iba sugiriendo. El vínculo duro varios meses, desde que fue moldeando la idea, hasta que tuvo mayor claridad de lo que pretendía hacer. Ahí fue cuando le propuse vincularse a un programa de apoyo a emprendedores, para buscar ahí eso que le faltó siempre en los anteriores proyectos: sus complementos a las debilidades, me refiero a personas que ayudaran a pensar en el negocio. Para no extenderme con la historia… Oscar logró encontrar un profesional que pudiera complementar lo que le faltaba, lanzo su proyecto y ya tiene 4 años de vida con muy buenas expectativas para continuar con su negocio.
El objetivo de éste post, no es analizar aspectos técnicos de los proyectos, sino poner en debate la necesidad de que toda persona que quiera emprender, tiene que tener claro lo importante que es conocerse a uno mismo. Parecería algo sencillo, pero créanme que no es habitual que un emprendedor tenga hecho un autodiagnóstico, cómo mínimo de sus fortalezas y debilidades.
Por eso les hago esta propuesta: hagan un listado de los aspectos en donde consideran que se encuentran sus fortalezas, y luego donde observan debilidades personales en relación a la implementación del proyecto o idea emprendedora. Cuando tengan ese listado, analicen uno a uno los puntos débiles. Porque tengo una buena noticia: conociendo las debilidades tenemos la posibilidad de generar acciones para revertirlas y transformarlas en una fortaleza.
¿En qué sos fuerte? ¿Cuáles son tus debilidades? ¿Cuáles son tus habilidades?. Los invito a que lo hagan y compartan con nosotros la experiencia. Se los aseguro que puede ser de mucha utilidad!!
Etiquetas: Actitud, Emprendedores, Emprender, Espiritu Emprendedor
Hola Cristian,
Creo que algo que nos pasa a muchos emprendedores es que nos dejamos llevar por el entusiasmo e intentamos hacer todo el trabajo solos.
Nos vamos transformando, sin darnos cuenta, en hombres o mujeres orquesta que se ocupan de todos los temas. El ejercicio que planteas me parece muy bueno para conocer nuestras debilidades y poder trabajar en equipo con aquellas personas que nos complementan en la tarea, en las responsabilidades, en los conocimientos, y en definitiva, en el desarrollo integral de nuestros emprendimientos.
¡Muy buen artículo y gracias por compartirlo con nosotros!
María Victoria de la Cruz
Estudio 654
Gracias María Victoria por el aporte. Creo que lo que mencionas del “emprendedor orquesta” es muy cierto. Lamentablemente por la educación que tuvimos, las malas experiencias personales o de allegados, o simplemente por nuestra idiosincrasia, nos cuesta pensar en que alguien nos puede ayudar complementándose con lo que hacemos. Y esa limitación, la tratamos de suplir con hacer todo uno mismo!. Esto suele ser perjudicial para nosotros y sobre todo para el emprendimiento.
Creo que es algo que debemos cambiar, y para ello las instituciones que trabajamos apoyando el desarrollo emprendedor, debemos tener siempre presente, fomentando la creación de espacios donde los emprendedores se encuentren, conozcan y porque no asocien. Pero para lograr eso, debemos partir, en que cada uno reconozca donde tiene sus fortalezas pero sobre todo sus debilidades. Conocer las fortalezas, nos permitirá confiar en ellas y en uno mismo para luego si, buscar ir en el camino de potenciar lo que vayamos a hacer.
Pero saber donde tenemos las mayores debilidades, nos ayudara a buscar esos complementos que necesitamos para aunar esfuerzos y conocimientos. Ojala que esto pueda suceder en espacios comunes donde los emprendedores se encuentren y conozcan.
Gracias!!
Hola Cristian!!
Primero que todo quiero agradecer que nos tengas en cuenta con esta herramienta tan importante para que los emprendedores puedan encontrar el camino o la dirección en la que deben trabajar para tener un emprendimiento exitoso. Esta información es fundamental para los emprendedores, emprender no es una acción sencilla es un camino largo que requiere de mucho trabajo interno y externo dónde la paciencia, la constancia y la capacitación constante es fundamental para desarrollar un emprendimiento exitoso. Este consejo es muy útil y no se debe hacer solo una vez sino que debe practicarse a menudo, también si el emprendimiento es exitoso porque siempre va haber un momento donde este ejercicio podrá mejorar distintos aspectos que no sólo renueven la motivación sino que también nos permita mantenernos en el lugar conseguido algo que no todos pueden hacer.
Un abrazo grande
Diego Chilperico
Hola Diego!
Tenes razón que ser emprendedor no es una acción sencilla, pero si muy apasionante, no? Sobre todo pensando que lo que estás haciendo te va ayudar a forjar tu futuro. Y eso ¡no tiene precio!
Con respecto a lo que mencionas sobre el tema de hacernos siempre un auto diagnóstico, estás en lo cierto. Es así, siempre debemos repasar nuestras fortalezas y debilidades, y ver si esas debilidades logramos transformarlas con acciones en fortalezas. Lo mismo con las oportunidades y amenazas que nos presenta el contexto. Así en éste último caso, ir preparándonos para lo que puede venir…
Gracias por el aporte! Y a seguir trabajando…
Fuerte abrazo