Es habitual ver gente que, con la desesperación de haber sido despedido de sus empleos o tener cambios abruptos en su vida cotidiana, piensan en la posibilidad de emprender algo por cuenta propia con la “necesidad a cuesta de que les vaya bien rápidamente”.
Ahí es cuando uno como interlocutor, los escucha, indaga sobre la idea e intenta orientar lo mejor posible. Muchas veces esos proyectos por más interesantes que sean, se contraponen con la necesidad de generar resultados ¡YA! Aquí es donde uno tiene que ser muy cauto para aconsejar, porque una palabra o recomendación mal hecha, puede generar una alta frustración en el futuro.
No hace mucho, en una charla que realicé, se acercó un hombre de unos 45 años con su mujer (tenían dos hijos menores de edad) para contarme su historia familiar (¡muy interesante por cierto!). Carlos es un técnico soldador con mucha experiencia en el rubro de la metalmecánica, había tenido la suerte de ingresar en la industria minera, donde logró tener un buen pasar económico. Su mujer era ama de casa y los hijos estudiaban en una escuela privada de su ciudad. El trabajo no era en la misma localidad donde vivían, lo que hacía que su vida se repartiera: 15 días en la empresa y 7 días en su casa.
Un día, Carlos, recibe la noticia de que la empresa decidió cerrar la Unidad de Negocios donde él era el encargado. De un día para el otro se quedó sin trabajo. Tenía que afrontar la nueva realidad: volver a su casa y afrontar a su familia con la noticia de que no tenía trabajo, que no recibiría los ingresos mensuales para afrontar los gastos y sostener el nivel de vida que llevaban hasta entonces. Un combo explosivo, que a nadie se lo deseo, pero suele ser común escuchar.
Carlos me contó que antes de entrar en la empresa y dedicarle el 100% de su tiempo, había tenido un taller de soldadura industrial, le iba muy bien, pero tentado por la propuesta decidió abandonarlo todo, vendió las maquinas, materiales y todo lo que había construido antes de comenzar a trabajar en la Empresa.
Luego de la introducción, me dice que realmente estaba desesperado por la presión que tenía (si bien la familia lo acompañaba en todo), él sabía que la situación a la que habían llegado, era en parte por su responsabilidad por no haber previsto que en algún momento eso podía suceder. La idea que tenía era volver a montar el taller, para lo cual necesitaba máquinas (porque en su momento las había vendido), algo de dinero para invertir en materiales, clientes, etc. Me preguntaba por programas de ayuda, el cual le aconseje algunos, pero lo notaba extremadamente desesperado, sobre todo cuando se expresaba. Sus amigos (de la época de la empresa) ya no estaban, me dijo que intentó ubicar algunos colegas, que le prometían cosas, pero nunca se concretaban. Esto generaba aún más ansiedad.
El contacto con Carlos continuó, me llamaba o me enviaba mail´s consultando cosas, tratando de que alguien lo escuche y contenga. Traté en todo momento de acompañarlo, leer lo que me enviaba, orientarlo en la búsqueda de apoyo, etc. En los organismos estatales, la burocracia era tal, que muchas veces por querer hacer cosas rápido cometía errores que luego empeoraban los tiempos de respuesta.
Por suerte, el final fue alentador, ya que luego de un tiempo de “deambular” mentalmente sin un rumbo, logró estabilizarse emocionalmente con la ayuda de su esposa y de un programa de apoyo a emprendedores que se había armado en la zona. Eso le permitió darse cuenta que conocía a alguien que tenía un galpón con máquinas sin usar, con el que hizo un acuerdo para utilizarlas y pagarles una especie de alquiler. Consiguió clientes y comenzó a trabajar. Al tiempo salió el programa de apoyo que estaba tramitando, lo que facilitó comprar nuevas herramientas y asociarse ya con ésta persona que lo había ayudado en el momento más crítico.
Toda esta situación me lleva a reflexionar porqué esperar a estar desesperado para emprender, sabemos que “la desesperación y ansiedad no son las mejores socias del emprendedor”.
Cuando uno tiene una idea (o una vocación) y le gustaría en algún momento llevarlo a cabo, lo mejor es dedicarle tiempo para avanzar (al ritmo que puedan) con pasos constantes para acercarnos, aunque sea de manera paulatina, a lo que realmente deseamos.
La contención del grupo familiar es buena para calmar ansiedades, pero también es importante buscar acompañamiento de personas vinculadas a la temática, con conocimiento sobre programas de apoyo al emprendedor, que nos ayuden a minimizar los errores, o tal vez, a no tenerlos.
Es por esto, que ante éstos relatos, afirmo que el Estado en todos sus niveles, debería crear espacios de contención y orientación a emprendedores, para que puedan acercarse a recibir capacitación, asistencia profesional, pero sobre todo, cobijo institucional.
Etiquetas: Emprendedores, Motivación
Comparto plenamente tus comentarios. Ser emprendedor por necesidad no es el mejor camino.
Además es cierto que el Estado debe proveer herramientas no solo para emprender, también para acompañar los procesos de maduración del nuevo emprendimiento, ya que es muy alta la mortandad de proyectos en las primeras etapas de vida.
El ejemplo es válido para describir parte de la realidad del emprendedorismo en la Argentina. Otra parte de la realidad es que existe una nueva generación que prefiere ser emprendedor a ser empleado, y que cruza transversalmente a la sociedad. Resulta entonces prioritario crear la estructura legal mediante leyes votadas en el Congreso Nacional y en las legislaturas provinciales que doten a los emprendedores de la seguridad jurídica que requieren, de reglas claras e inmodificables y de regímenes especiales que promuevan e inserten en el mercado, como también de un régimen impositivo especialmente pensado para el sector. En muchos países, especialmente en EE.UU, el emprendedorismo es tomado como una cuestión de Estado. Son países creadores de empresas y muchas de las grandes compañías multinacionales tienen su origen en un emprendedor. Resulta entonces estratégico apuntalar y promover el emprendedorismo nacional y acompañarlo en su crecimiento.
muy bueno, lo difundiremos entre nuestros contactos
Según entiendo, tu sugerencia sería que las personas que trabajan en relación de dependencia tengan un Plan B en funcionamiento por si alguna vez algo sale mal. Es así? En ese caso estaría de acuerdo con ello, y también en que buscar apoyo externo es prioritario para encontrar oportunidades y crear sinergias. No estoy seguro de que en La Plata haya foco en éste punto -al menos no en la actualidad- pero sí sé que hay personas que le ponen el alma y la pasión al mejoramiento de la vida del prójimo, y vos claramente sos uno de esos.
Un abrazo y gracias por este artículo!
J.P.R
HOLA, EN PRIMER LUGAR COMPARTO LA OPINIÓN DE CRISTIAN,CASOS COMO ESTE HEMOS TENIDO A LO LARGO DE LOS AÑOS Y DE LAS REITERADAS CRISIS ECONÓMICAS MUCHÍSIMOS,Y POR SUERTE TAMBIÉN PARTICIPAMOS EN EL SALIR ADELANTE DE MUCHOS COMPAÑEROS EMPRENDEDORES,EN MI HUMILDE OPINIÓN, HUBO DESDE EL AÑO 95,96 VARIOS PROGRAMAS PROVINCIALES Y NACIONALES DE FOMENTO DEL EMPRENDEDORISMOS Y QUE SIEMPRE SE QUEDARON A MITAD DEL RIÓ, NUNCA HUBO UNA POLÍTICA DE ESTADO GENERAL QUE CONTEMPLARA EL FOMENTO, DESARROLLO, CRECIMIENTO Y EL PASO MAS IMPORTANTE, LA FORMACIÓN DE LA MICRO O PYME COMO RESULTADO DE ESA POLÍTICA.
QUIERO RESALTAR DOS COSAS IMPORTANTES A MI CRITERIO,LA FALTA DE PERSONAL CAPACITADO PARA ATENDER LA DEMANDA (CANTIDAD)O LA POCA ARTICULACIÓN CON LAS ENTIDADES DEL SECTOR, QUIENES TIENEN LA RELACIÓN DIRECTA CON LOS EMPRENDEDORES,
ADEMAS AL NO EXISTIR ESTA POLÍTICA DE ESTADO NO DA SEGURIDAD A LA PERSONA EMPRENDEDORA A QUE SE INICIE,LO HARÁ CUANDO YA SEA SU ÚNICA SALIDA.”SERA UN EMPRENDEDOR CON LA NECESIDAD A CUESTA”
Gracias a todos los que sumaron aportes, porque es muy valioso para otros que tal vez no quieran escribir pero les sirve la experiencia de otras personas.
Juan Pablo, lo que propongo es eso mismo. Si estás trabajando y consideras que tus ganas o ilusión es hacer tal o cual cosa el día de mañana, ponele una ficha ahora. O cómo me gusta decir, pone el corazón en esto, porque quien te dice, un día lo necesites.
Gracias nuevamente a todos, y a seguir opinando, que no se imaginan lo que ayuda a los demás. Todo sea por el desarrollo emprendedor, y por sobre todo el desarrollo de nuestros lugares!!!!
Abz
Cristian. Excelente aporte. Lo estamos compartiendo por intermedio de nuestra red social. Gracias por aporte !!!
Abrazo
Cristian, siempre junto al emprendedor, generando foros de debate, y como consecuencia, de Crecimiento. Este planteo nos remite al Motivo y la Motivación del emprendedor. Esos Motivos que generalmente surgen de una necesidad y casi siempre una necesidad negativa (despidos, separaciones, etc), y la Motivación de ser emprendedor, basada en Actitudes propias de alguien que asume incertidumbre o riesgo, para provocar cambios positivos en su vida, aunque a veces no sean tan así. Esa motivación personal debe estar acompañada por las que vienen del Estado como macro generadoras de sistemas contenedores del animo emprendedor, logrando sostenimiento y acompañamiento para que las ideas puedan ser analizadas y llevadas a la practica. Sigamos este camino, y permitamos el Desarrollo de nuestro País. Abrazo