¿Cuán importante es la educación a la hora de promover las actitudes emprendedoras? ¿Cuál es el rol del sistema educativo en general para fomentar la cultura del emprendedorismo en nuestro País? Estas son preguntas que nos hacemos a menudo quienes estamos trabajando en temas de fomento a la cultura emprendedora.
Hace unos años, tuve la posibilidad de participar en una conferencia que dio una especialista brasilera sobre temas de desarrollo emprendedor (Sandra Korman) y la influencia de la educación en la formación de cultura emprendedora. Ella plantea que Brasil debió realizar una reforma institucional en el sistema educativo, que le permitió por ejemplo ser hoy una de las potencias mundiales a la hora de analizar el desarrollo emprendedor. Uno de los ejes se centro en estimular a los jóvenes en edad escolar en temas de emprendedorismo, para lo cual se realizó un trabajo muy importante con el sistema en su conjunto (docentes, directivos, alumnos, auxiliares, etc).
Siguiendo con esta reflexión, nosotros solemos decir que el sistema educativo con el cual nos formamos es cómo si fuera un canal de televisión manejado por control remoto, esto se puede hacer visible de la siguiente manera:
A los seis años ingresamos al nivel inicial (hacemos el jardín en sus diferentes niveles), finalizamos y pasamos a la primaria… y luego cursamos la secundaria. Allí nos especializamos de acuerdo a nuestra vocación o a lo que hay… (algunos en escuelas medias, otros con orientación técnica) y cuando terminamos, algunos tenemos inclusive la posibilidad de ir a la universidad… pero al momento de finalizar la última materia (con la mayor felicidad que a todo estudiante le significa recibirse), nos damos cuenta que “afuera de la universidad está la realidad”… que aquellos profesores que nos “exigieron” dedicación y estudio para aprobar su materia, cuando nos quisimos acordar siguieron con otros alumnos que venían atrás y ese sentido de contención que nos daba la facultad mientras éramos estudiantes, de un día para el otro lo dejábamos de tener.
A los 25 o 26 años (algunos hasta más jóvenes), salimos de la universidad y nos dimos cuenta que en algunas cosas la realidad superaba drásticamente lo que habíamos visto en los libros. En mi caso (como licenciado en Administración), siempre cuento que durante muchos años fui “preparado” para ser Gerente General de una Multinacional, pero al momento de salir al mercado laboral, me di cuenta que había una realidad para la cual no había sido preparado totalmente: y esa realidad tiene que ver con emprender algo por cuenta propia o bien comenzar la búsqueda de un trabajo en condición de dependencia.
Lejos está en mi hacer una crítica a la universidad, a la cual realmente le estoy totalmente agradecido porque me permitió tener una formación de excelencia, gratuita y accesible. Mi planteo está relacionado a la necesidad de que él sistema educativo, en la realidad que vivimos, debiera ser el espacio por excelencia para cultivar la cultura emprendedora.
Quienes estudian el sistema emprendedor, coinciden en la necesidad de que la formación emprendedora se lleve a los niveles iniciales de la educación. Así poder formar a los niños en las etapas iniciales con mecanismos que fomenten la actitud emprendedora (con una visión amplia del concepto).
He visto iniciativas -en universidades sobre todo- donde se crean espacios reducidos sobre temas de emprendedorismo como talleres, seminarios y hasta materias curriculares destinados a los alumnos ya en años avanzados. Sin embargo, en mi opinión creo que es igual o más importante generar políticas de formación a los docentes (de los diferentes niveles educativos) a fin de sensibilizarlos acerca de la importancia de tener actitudes emprendedoras y de fomentar éstas en sus alumnos – y no sólo con miras a fines productivos por supuesto-. De esta manera por ejemplo, los docentes estarían dando matemáticas o química desde una visión emprendedora que estimularía a los alumnos a tener una mirada diferente sobre su realidad, a llegar quizá a los mismos resultados pero construyendo su propia manera para llegar a aquellos. El pensamiento lateral debiera ser, en el ámbito educativo, ejercitado constantemente.
Hay algunos casos de provincias (cómo el caso de Buenos Aires, Chubut, Misiones, entre otras) donde se ha generado una política de formación de docentes en estos temas, que estoy seguro tendrán una repercusión favorable en un futuro mediato.
Uds.: ¿cómo lo ven? ¿Saben de alguna experiencia en algún rincón del país donde se promueva al Emprendedorismo desde el sector educativo y podamos difundir?
Etiquetas: Educación, Emprendedorismo
Comentar