Cuánto vale tener una “buena” idea y cuánto influye en la posibilidad de llevar adelante un emprendimiento sustentable?, ¿tener una buena idea nos asegura tener un buen negocio?
Hace unos días participé en un evento donde habían tres emprendedores “exitosos”, y en todos los casos mencionaban lo mismo: tener buenas ideas o negocios brillantes en nuestra mente, no nos asegura nada en el futuro. Obviamente buenas ideas de negocios pueden ser un puntapié inicial para desarrollar futuros emprendimientos sustentables, pero no es una condición suficiente. Ideas podemos tener todos, lo difícil es llevarlas a la práctica!!!
Recuerdo como si fuera hoy, que hace unos años se me acerca un emprendedor contándome que tenía una excelente idea de negocio. Le dije: “bueno, contame de qué se trata así vemos cómo te podemos ayudar…”. Se trataba de una persona joven, estudiante avanzado de la carrera de Ingeniería, con una fuerte personalidad y convicción de que realmente tenía un muy buen negocio. Durante toda la conversación, este chico daba vueltas para contar, se notaba que estaba escatimando información, seguramente por la desconfianza que le genera a todo emprendedor contarle a un desconocido algo que “no vaya a ser que éste me la copie y la lleve a la práctica!”.
Luego de un rato, y sin lograr que el emprendedor fuese concreto en lo que quería desarrollar, le planteé que si no me contaba, me era muy difícil poder ayudarlo. Era entendible que la idea para él significase todo, pero debía entender que en procesos de construcción, esas ideas (con capacitación, vinculación, y sobre todo articulando con otras personas) suelen recibir transformaciones en 180°. La conversación continuó, ya más distendidos, y logré que nos depositara una cuota de confianza y me contara de qué se trataba. La historia continuó con la incorporación del emprendedor al proceso de preincubación de la Incubadora Emtec, en donde recibió capacitación, asesoramiento, mucha vinculación con el entorno y trabajo en equipo. Con todo eso, la esencia de la idea no cambió, pero si fue modificándose su estrategia de negocios, lo que le permitió tener otra visión y estrategia de mercado. Terminó asociándose con dos emprendedores más, quienes incorporaron mejoras a la idea original, y emprendiendo a la par en la concreción.
En conclusión…
En todo emprendimiento exitoso, hay mucho de perseverancia, tenacidad, idealismo, optimismo, y mucho pero mucho trabajo… Solemos decir que uno tiene algo tan volátil que no es nada si no lo lleva a la práctica, y para ello será necesario asociarse, complementar esa idea, trabajar y formarse con técnicas de gestión empresaria, poniendo en juego ese espíritu emprendedor que moviliza.
En un emprendimiento sustentable, la idea es un 20%, el 80% restante corresponde al trabajo, esfuerzo, constancia y tenacidad. Cada emprendedor debe tener claro que el camino es largo, van a haber muchos sinsabores pero al final del camino…no hay nada más lindo que poder concretar los sueños!
Tengo una idea!

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